Líder, Liderazgo
Hace unos días antes de escribir esta nota, me estaba dando vueltas, me puse a pensar que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos asumido la función de líder ante un grupo determinado de personas ya sea con nuestra familia, grupos de estudio o equipos de trabajo. Hemos dirigido personas para el logro de un objetivo especifico como por ejemplo: organizar un viaje o paseo familiar, ser capitán de un equipo, culminar y exponer un proyecto, ser productivos, cumplir una misión, entre otros.
Así pues, ser líder es una actitud innata que todos tenemos, pero que se va afinando conforme avanzamos en los diferentes aspectos de la vida, hasta llegar al nivel óptimo. Aquí las variables: resultados y satisfacción del grupo son permanentemente positivas.
Las características de un líder se basan en los siguientes valores: integridad, confianza, saber escuchar y respeto por los seguidores (O´Toole, 1996)[1].
A estas alturas de la vida, con 52 años a cuestas, puedo afirmar que los “verdaderos líderes” poseen una serie de cualidades para ejercer el liderazgo adecuadamente, logrando cambiar actitudes en las personas a través del ejemplo, reconocimiento y confianza lo cual genera grandes cambios en donde se aplique.
Estas cualidades son las siguientes: 1) Dar el ejemplo.- Aspecto muy importante y que guarda relación con la primera nota de mi diario de bitácora: la integridad, que tiene un impacto muy positivo sobre nuestro equipo o sobre quienes ejercemos el liderazgo cuando cumplimos la triada: lo que pensamos, decimos y hacemos guarda coherencia. 2) Delegar siempre.- Esto significa dejar que las personas asuman su función o tarea aplicando también su estilo personal de liderazgo de una manera libre y sin la presión agobiante que pueda generar el efecto de “sofocación” (demasiado control). 3) Confiar.- La confianza es fundamental porque a pesar de que siempre el líder del grupo será el gran responsable del resultado del trabajo encomendado, el generar confianza al interior del equipo causará un estado positivo, y, junto a delegar siempre, hará que nuestro equipo sienta el respaldo y la confianza de su líder. 4) Tomar decisiones.- El líder siempre debe evaluar todos los aspectos en torno al problema por solucionar (incluyendo riesgos) y, por ello, debe analizar los diferentes cursos de acción antes de tomar su decisión. 5) Asumir la responsabilidad.- Basándose en la decisión adoptada (con resultados favorables o adversos), es la capacidad que tiene un líder para enfrentar y reconocer errores, y no trasladar dicha responsabilidad a su equipo o alguno de sus miembros. 6) Ser educado y cortés.- Es muy importante que el líder demuestre un buen trato hacia su equipo de colaboradores. Es necesario crear un ambiente de respeto, incluso en los momentos en donde puedan existir discrepancias, y, de haber, es mejor tratarlas en privado y no provocar faltas de respeto o expresiones inapropiadas ante el resto de personas. 7) Reconocer siempre los logros de nuestros colaboradores.- Este es un aspecto fundamental para la motivación del equipo, pues genera un fortalecimiento del espíritu de cuerpo, aunado a conocer a nuestro personal de manera más directa, no solo por sus nombres o apellidos, sino también en aspectos de su vida personal, familiar. Esto será percibido por ellos como un detalle importante de consideración. 8) Saber escuchar.- Este cualidad siempre es necesaria. A veces en algún momento de la vida, atravesamos momentos complicados en donde solo basta dar una adecuada orientación o presentar un punto de vista basado en la experiencia para contribuir a cambiar positivamente un estado de ánimo. Esto es importante ya que muchos comportamientos laborales decrecientes cargan “la mochila” con problemas o preocupaciones fuera del ámbito laboral; entonces el líder siempre tiene que tener ese “sombrero de psicólogo” para escuchar, aconsejar y orientar un cambio de conducta o contribuir a mejorar el estado de ánimo.
Del mismo modo, 9) Decir las cosas directamente.- Aún cuando la situación sea adversa y los hechos sean muy difíciles o complicados, el verdadero líder debe ser franco y directo cuando deba orientar, dirigir o corregir (no “adornar la píldora”, ni emplear a terceros para dar una mala noticia de ser el caso). Es responsabilidad de uno como líder comunicar los sucesos. 10) Actitud positiva permanente.- (Eliminar el “no se puede”). El líder debe de tener esto siempre presente y aplicarlo. 11) Ser tolerante.- (saber respirar), carismático y empático. Todos estas cualidades de un buen líder, contribuirán a que podamos contar con un grupo motivado, identificado plenamente con nosotros, el cual estará siempre listo a seguir el rumbo trazado y avanzar en la dirección adecuada.
Como dice Inés Temple (2015)[2] “los lideres saben sacar lo mejor de las personas, les hacen ver cosas suyas que ellas mismas no sabían que tenían. Les muestran las posibilidades de lo que pueden llegar a ser, de mejores versiones de sí mismas. Llevan a sus equipos a resultados donde no se imaginaban que podían llegar.”
Matemáticamente, podemos describir al liderazgo (L) como el resultado de la suma de los conocimientos (C) más las habilidades (H) multiplicada por la Actitud (A). así, tenemos la siguiente ecuación: L= (C + H) x A.
Ya sabemos que los conocimientos más las habilidades producen la competencia adquirida; sin embargo, sin la actitud no lograríamos completar el resultado. En tal sentido, el líder debe asumir y tener el control de la situación en todo momento, tener actitud, sabiendo dirigir el timón para que el equipo logre cumplir y llegar al objetivo propuesto.
Jorge Padilla Ramón
6 de diciembre de 2020
Muy, buen tema, y lo e aprendido mucho de ud. Señor, y siempre lo a puesto en práctica, gracias por eso, yo le considero mi mentor; muchos éxitos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Lino, a mantener esa integridad y liderazgo por lo alto. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarExcelente para el triunfo de una organización el liderazgo es muy importante e influye mucho en las relaciones humanas,
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