La vida es una sola

Hace algunos meses en un viaje usaba de manera frecuente una frase, sobre todo, cuando estábamos comprando cosas en algún lugar y existían dudas si gastar o no gastar, a lo que yo siempre decía: ¡compra! “la vida es una sola”.

Esta frase al final se volvió viral como el slogan del viaje, para mí de manera coloquial relacionaba por una parte con tomar la decisión de comprar algo, y por otra, que ese era el momento exacto, ya que la vida es una sola y había que disfrutar la experiencia, no teniendo cargo de conciencia, total, ¡la tarjeta se pagaría después!

Pero, esa frase colisionaba con una frase muy antigua que yo conocía y que la dejo buda y que decía: “no es más feliz el que tiene más, sino el que necesita menos".

Entonces, entrando al título del artículo, hago la siguiente pregunta: ¿la vida es una sola?

La respuesta es sí.

Y si es una sola, la que nos toca vivir, desde que llegamos a este mundo, y que vamos descubriendo a lo largo de nuestro camino.

En términos cinematográficos, somos los protagonistas de nuestra propia película, la cual conforme vamos creciendo y madurando vamos armándola y corrigiéndola.

La vida para algunas personas es muy corta y para otras muy larga, pero en ambos casos la vida tiene aspectos impredecibles que no los controlamos, sobre todo en aquellas situaciones repentinas que pueden cambiarlo todo.

Y aquí es donde entra a tallar nuestra resiliencia, esa capacidad de aguantar como un resorte una carga inicial, pero que luego de asimilarla puede volver a su posición inicial.

Y la capacidad de resiliencia considero que también se relaciona con aquellas situaciones complejas o complicadas que tenemos que enfrentar o asumir y que en un primer momento pueden ser vistas o sentidas como injustas, pero soy un convencido que de toda situación adversa podemos sacar lecciones de vida positivas que se convierten en aprendizaje de vida.

Pasa también que, en nuestra vida, la rutina en determinado momento nos mantiene en un mismo ritmo, dejando de disfrutar o vivir de otras experiencias que están a nuestro alrededor.

Todo ello guarda relación directa de una u otra forma con aspectos de índole somático, y por eso se reflejan en nuestro cuerpo, el cual, es una maquinaria sin parar 24 horas al día y 7dias a la semana.

Nuestras emociones, estados de ánimo y sentimientos pueden generar en nuestro organismo hormonas como la dopamina, la que provoca sensación de placer y aumenta la motivación.

También puede generar serotonina, que es capaz de transmitir información a nuestro cerebro para hacernos sentir todo tipo de emociones relacionadas con la alegría y el bienestar. Y finalmente, se puede generar más oxitocina, la cual se conoce como la “hormona del amor” debido a su influencia en los sentimientos de empatía y confianza, así como en la construcción de relaciones; estas tres hormonas de una forma u otra ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad.

También hemos oído muchas veces que la vida se relaciona con el destino, como que el destino es quien guía nuestros pasos o nos indica hacia dónde ir, con quien estar o que decisión tomar; pero ello no es así, justo al iniciar el libro “las siete leyes espirituales del éxito” de Deepak Chopra, este inicia con un pensamiento de uno de los libros sagrados hinduistas que dice:

“Tú eres lo que es el profundo deseo que te impulsa,

Tal como es tu deseo es tu voluntad,

Tal como es tu voluntad son tus actos,

Tal como son tus actos es tu destino”

Por ende, el destino se construye en base a nuestras decisiones, a nuestros actos, y que se relacionan con nuestra voluntad y deseo, independientemente de las implicancias que puedan haber detrás de cada decisión tomada.

A propósito, siempre empleo una metáfora en donde digo: "las personas son como puentes en nuestras vidas, a veces nos ayudan a transitar por un camino u otras veces nosotros acompañamos a alguien a que transite el suyo" por lo tanto, las relaciones auténticas y significativas nos sostienen y nos guían.

Mi profesor de filosofía en la secundaria nos decía: “vivan la vida intensamente” porque cada día que pasa, nos decía, paradójicamente es un día menos de vida.

Esto último, lo relaciono con el vivir el presente, aunque esto suene tan simple, pero a veces, estamos más enfocados en lo que ya paso, o con ansiedad en lo que aún no paso.

Por ello, algo que en mi vida he ido aprendiendo es a disfrutar más el presente, disfrutar más el momento, el instante de vida, que una vez que termina ya es parte del pasado. En consecuencia, disfrutemos la vida, disfrutemos el momento.

Así como la vida es una sola, la vida pasa volando y cuando menos nos damos cuenta hemos recorrido un gran trecho, hemos logrado nuestros sueños, hemos caído, nos hemos levantado y hemos seguido adelante. Todo al fin y al cabo es aprendizaje, todo suma.

Hace poco leía un artículo en donde a un grupo de personas mayores de edad en promedio de 85-90 años les preguntaban ¿qué consejos darían a los más jóvenes?, al unísono la respuesta fue: “vivir y disfrutar la vida, hacer lo que les gusta, pasar tiempo con las personas que importan, no hacer daño a las personas, tomar riesgos y salir de la zona de confort.

Volviendo a la metáfora de las personas como puentes, y relacionado a salir de nuestra zona de confort, algunas personas nos llevan a nuevas oportunidades y experiencias que quizás no hubiéramos encontrado solos y nosotros también, podemos ayudar a otras personas a emprender con coraje para tomar riesgos y explorar nuevos caminos.

“la vida no solo se vive, también se celebra”, leí esta frase en una invitación de cumpleaños de una amiga y creo que encaja perfectamente cuando llega una fecha más de nuestro nacimiento, ya que son momentos en donde podemos dar gracias por estar vivos, dar gracias por estar con quienes queremos, dar gracias por tener una oportunidad de seguir viviendo.

Un factor importante considero en adición, es mantener nuestra paz interior, porque contribuye con nuestra salud mental ya que desde ahí se construirán relaciones cercanas y auténticas, ajenas a intereses personales o profesionales, entonces aquí vale un consejo:

“debemos de alejarnos de las personas que no suman en nuestra vida, que son envidiosas, que tienen otras expectativas o que solo están cerca por algún interés” 

Probablemente, incluso, las amistades y la familia, aquellas que están en las buenas y en las malas, sean posiblemente muy pocas, pero así es la vida.

Dado que la vida es una sola, y que cada uno de nosotros es un universo único, con nuestras fortalezas y debilidades, con nuestras alegrías y tristezas, es importante tener claro cuál es nuestro propósito en esta vida.

Y estoy convencido que muchas personas viven sin saberlo o no han identificado el suyo. Pero hay una gran mayoría que cuando identifica su propósito de vida, vive con mucha pasión, con mucha fortaleza, con ganas de vivir, porque sienten que cada paso que dan, cada acción que realizan está alineada con su propósito de vida.

Ahora, siendo conscientes y realistas, tampoco es mandatorio tener identificado nuestro propósito como tal, porque quizás las cosas que hacemos en nuestro día a día sin saberlo están contribuyendo con un fin mucho mayor al que podemos identificar o percibir, ya que podemos estar a través de nuestras acciones o enseñanzas cambiando la vida de otras personas para bien.

Y en relación con ello, cultivar los valores de agradecimiento y humildad nos hacen más grandes, porque el ser agradecidos nos abre puertas para seguir avanzando y contribuyendo con sembrar un granito de arena en este mundo, en esta vida.

La humildad en nuestros actos es fundamental, nunca debemos de olvidar de donde vinimos, cuáles son nuestras raíces, cual fue nuestro tránsito para llegar a donde estamos actualmente; a veces ocurre que perdemos la humildad porque crecimos profesionalmente o porque tenemos medios materiales, pero eso no es la esencia de la vida.

Si a la humildad y al agradecimiento le agregamos una buena predisposición para hacer cosas buenas, para ayudar a las personas a cumplir sus sueños, así como tener mentalidad positiva y buena actitud para enfrentar los desafíos, desde ya, vamos bien, dejando atrás el pesimismo, el “no se puede hacer” o la cultura del “trabajo ahí nomas” el cual vemos muy presente en nuestra sociedad actual.

Es importante considerar a nuestro cuerpo y nuestra alma como un templo que siempre debemos de cuidar, por ello cultivemos buenas costumbres y prácticas alimenticias, de meditación y físicas para mantener nuestra armonía.

Valoremos lo que tenemos, valoremos a quienes queremos, a quienes tenemos cerca en las altas y bajas y por sobre todo darle gracias a dios que nos cuida y protege y nos permite estar aquí.

Considero que el secreto es poder tener en equilibrio nuestra vida que se desarrolla en los ámbitos: personal, familiar, laboral, social, deportivo, etc.

Por ende, tenemos todo lo que necesitamos para ser felices. Si uno de ellos se desequilibra, todo el sistema como tal también lo hace, es decir, si somos adictos al trabajo, probablemente dejemos de lado o dejemos pasar nuestra vida personal o familiar y el tiempo es un factor que no tiene retorno.

Finalmente, si yo les preguntará,

¿Si ahora que leen este articulo les quedase una semana para estar aquí en este mundo, que harían?, que acciones tomarían? ¿dejarían pendientes? ¿se despedirían de la familia y amigos? ¿viajarían?

Es una pregunta difícil,

Pero siempre es bueno tenerla presente ya que “la vida es una sola”.

 

Jorge Padilla

Lima, 25 diciembre 2024

Diario de Bitácora, episodio 38

Comentarios

  1. Excelente reflexion con ejemplos bien claros

    ResponderEliminar
  2. Creo que la vida es una expresión muy amplia y si podemos decir que es una sola. Pero si digo mi vida limito lo general y podría pe nsar en ese caso que no es una sola ya que mi vida no la vive por igual otra u otras personas, son diferentes y diversas. Unos viven como millonarios, otros muy enfermos siempre, otros huérfanos de amor, en fin. Entonces podemos decir que las vidas son diferentes y claro que son el resultado de decisiones generalmente. Tema de conversación muy interesante. Felicitaciones Coqui, siempre nos haces reflexionar. Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Los versos de Thomas Gray

Integridad: el verdadero valor de las personas