Límites*

 Límites*

(segunda parte)

 

La vida resulta exitosa si se vive dentro de determinados límites; con esta frase terminábamos la primera parte del artículo anterior; sin embargo, la experiencia nos enseña y pone a disposición a personas que viven y actúan en torno a opiniones y expectativas de terceras personas con lo cual, su centro de gravedad cambia debido a presiones externas, al qué dirán o al no saber decir NO, perdiendo por tanto, un aspecto fundamental en su propia vida: la identidad, la cual arrastra a otras características importantes como: la confianza, opinión, posturas ante determinadas situaciones, emociones, firmeza en las decisiones y finalmente la pérdida de sus propios límites. 


Ante ello, una de las tareas fundamentales de las personas es cuidar que otras no traspasen sus límites; pero en el camino aparecerán algunas que con el fin de lograr un objetivo propio, poco le interesarán trasgredir los limites de otras, empleando diversas formas de persuación o no aceptando bajo ninguna condición una respuesta negativa. 

 

Llegado el caso, luego de tomada la decisión y que esta sea respondida con un NO; dicha posición se tiene que decir sin rendir explicaciones o justificaciones al respecto, menos haciendo suposiciones sobre lo que piensa la otra persona o como reaccionará; por tanto, esto es suficiente para evitar la lesión de los propios límites, cerrando un tema determinado.

 

Actualmente, cada día en el mundo se presentan diferentes situaciones, relacionadas a crisis con impacto en las personas como: guerras, hambrunas, calamidades, muertes por la pandemia del COVID-19, entre otras y muchas veces ocurre que las personas absorben directamente estos hechos y se originan sufrimientos y dolores por situaciones que en la mayoría de casos no se tiene el control ni la solución, pero que sin embargo impactan traspasando los propios límites, generando emociones como ansiedad y tristeza. Esto no quiere decir que ante ello, las personas sean insensibles o ajenas frente al dolor de muchos seres humanos, sin embargo acciones poderosas como la oración contribuirán a mantener en equilibrio sus propios límites.

 

Los límites también se presentan y estudian en la psicología, en donde por ejemplo la adicción es una enfermedad crónica y muchas veces recurrente en donde las personas pierden la noción del límite que tienen ante determinadas situaciones, las que originan patrones adictivos en las personas como: beber, fumar, comer en exceso, trabajar, apostar, drogarse, dejar de comer, entre otras. 

 

Las personas adictivas generalmente poseen una elevada sensibilidad a sentimientos desagradables y reducida tolerancia a la frustración; lo cual genera la anulación en el momento de limitarse y la dependencia ante determinados estímulos. A la larga, el primer síntoma de respuesta ocurrirá cuando su cuerpo oponga resistencia y aparezca cansancio, desgano, falta de empuje o se presente un evento cardíaco, circulatorio o “blackout”.

 

La adicción se puede curar siempre y cuando la persona interiorice el compromiso de renuncia, es decir establezca sus límites. Aquellos que no renuncian son incapaces de desarrollar un “yo interior” fuerte, que puede enfrentar tentaciones. Es necesario, que las personas se reconozcan tal como son, sin necesidad de algún tipo de incentivo para sentirse bien (aunque lo de bien es metafórico) para encontrar el camino de su transformación.

 

También los límites se ven traspasados en muchos programas de tipo Talk Show, en donde los participantes muestran aspectos íntimos ante la vista y asombro de miles de televidentes y en donde queda claro que la carencia de límites, lleva a extremos los aspectos reservados y privados de las personas, pero que en la actualidad es percibido como parte de lo que la sociedad quiere satisfacer o alimentar.

 

Nuevamente, precisamos la importancia de reconocer los propios límites, teniendo en cuenta siempre que todas las personas tienen diferentes escalas de límites en sus vidas. Entonces, partiendo de esto, es un error hacer siempre comparaciones entre personas, ya que siempre habrán diferencias, las cuales no tienen porque afectarlas; sin embargo, ocurre lo contrario, ya que muchas personas al compararse con otras se sienten frustradas por capacidades, por resistencia, por dinamismo, etcétera. 

 

Dicha comparación debe servir para admitir y aceptar que existen limitaciones, siendo humildes en ese reconocimiento. 

 

 

Continuará…..

 

Jorge Padilla

 

Lima, 21 de julio del 2021

 

*Tomado del libro “Límites sanadores: Estrategias de auto protección” de Ansel Grün y  María Robben

 

Diario de bitácora: https://coquipadilla.blogspot.com/


Foto tomada de https://pictures.abebooks.com/inventory/30694401957.jpg

 

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