Los actos lingüísticos*


La comunicación es un proceso dinámico donde interactuamos unos con otros, teniendo como característica que el lenguaje genera acción, es intencional y siempre debemos de asumir la responsabilidad en lo que decimos; en ese sentido, el lenguaje genera consecuencias y es a través de los “actos de habla” (Searle), “actos lingüísticos” (Echeverría) y/o “compromisos de acción”(Flores), en donde todos los seres humanos, independientemente del idioma que hablamos, al hablar, hacemos afirmaciones, hacemos peticiones, hacemos promesas, entre otras; por tanto, se pueden llegar a distinguir las diferentes acciones que ejecutamos cuando nos comunicamos.

 

Asi pues, las afirmaciones guardan directa relación con nuestras observaciones, de cómo vemos el mundo exterior, es decir, se establecen descripciones sobre determinadas situaciones en donde se supone que dicha observación es la forma de cómo son realmente las cosas. Ante ello, las afirmaciones pueden ser verdaderas o falsas. 

 

La afirmación verdadera, es una proposición en la cual se puede contar con un testigo que avale dicha situación y en donde la observación sea coincidente con la nuestra. En sentido contrario, una afirmación falsa, es una proposición que está sujeta a verificación por algún testigo y que  adicionalmente podría refutarla. Las afirmaciones también tienen un componente de indecisión (ni verdaderas ni falsas) cuando una proposición está a la espera de confirmación, como por ejemplo, con la predicción del comportamiento de las bolsas de valores en el mundo ante determinado acontecimiento o en el caso de los pronósticos de la intensidad de tormentas y huracanes, situaciones que de cumplirse o no, confirmarán si la afirmación fue verdadera o falsa y en dicho interín tiene la denominación de “indecisa”.

 

Asimismo, existen las afirmaciones relevantes e irrelevantes, en donde cada una encaja en determinada situación dependiendo del contexto, de la necesidad de información o de aportar algún dato importante que sume al momento de tomar una decisión. Es común observar en el escenario político afirmaciones irrelevantes en momentos en donde el desarrollo de un determinado debate o tema de discusión se encuentra en un sentido contrario  con dicha afirmación. Entonces, en las afirmaciones, el compromiso es proporcionar la evidencia que apoye o sustente la afirmación. 

 

Por su parte, las declaraciones generan en las personas un mundo nuevo. La “palabra”, genera una realidad diferente; después de haberse dicho lo que se dijo, el mundo ya no es el mismo de antes, ya que fue transformado por el poder de la palabra. La acción de hacer una declaración genera una nueva realidad. Una vez que una declaración fue hecha, las cosas dejan de ser como eran antes. 

 

Por ejemplo, cuando don José de San Martín proclamó diciendo “desde este momento el Perú es libre e independiente”, cuando el juez sentenció: ¡inocente! o cuando el cura en la iglesia dice “los declaro marido y mujer”; en todos estos casos el mundo es diferente después de la declaración. Las declaraciones son la expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad y que la realidad se transforma siguiendo la voluntad de quien habla. Las declaraciones están relacionadas con el poder. Hay que resaltar que el mundo que declaramos será diferente a través de nuestras declaraciones siempre y cuando tengamos la capacidad de hacerlas cumplir.

 

A diferencia de las afirmaciones que son verdaderas o falsas, las declaraciones son válidas o inválidas según el poder de la persona que las hace. Las declaraciones guardan estrecha relación con el compromiso que se tiene que asumir  ante la nueva realidad declarada, es por ello que la declaración se asocia a la validez de la palabra.

 

Existen declaraciones que se encuentran relacionadas estrechamente a la dignidad de las personas, tales como: 

 

1.  La declaración del “NO”: Es una de las declaraciones más importantes que una persona puede hacer, con ella establece su legitimidad y autonomía, siendo la declaración en la que se compromete en mayor grado la dignidad. Es un derecho intransferible que nadie lo puede arrebatar. Caso contrario, a pesar de decir NO y ello se ha pasado por alto, se considera desde ya una falta de respeto, una transgresión de los límites. Esta declaración, define el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y que nos tendrán los demás en las diferentes relaciones a lo largo de la vida: pareja, amistad, trabajo, hijos, etc. Así pues, de la manera cómo se ejerza la declaración del NO, se definirá una u otra forma de ser en la vida y a su vez se definirá una u otra forma de vida. 

La declaración del NO puede adquirir formas distantes como: “¡basta!”, con lo cual declara la decisión de no aceptar lo que se ha venido aceptando desde antes y al cual se decide ponerle fin. Asimismo, cuando se dice “esto no es aceptable para mí”, significa establecer el límite hasta donde podemos permitir una determinada situación. A pesar de ello, existen personas que no saben decir NO, ya sea por miedo, por falta de carácter, por falta de amor propio, por falta de dignidad o por temor al rechazo.


2.    La declaración del “SI”: Se encuentra relacionada con el nivel de compromiso que se asume cuando se dice “SI” o “ACEPTO” y que guarda relación con el respeto de nuestra palabra. Es por ello que las personas tienen que actuar coherentemente al decir “SI”, y no decir “SI” y hacer lo opuesto, ya que de darse esta situación, originaría una pérdida de la imagen y valor de la persona. 


3.  La declaración de la “IGNORANCIA”: Declarar “NO SÉ” es el primer eslabón del proceso de aprendizaje, en donde se acepta y se reconoce el desconocer algo, pero que esto origina a su vez una apertura al aprendizaje, en donde se podrán expandir posibilidades para crecer en el conocimiento y generar valor agregado en la vida. Es muy importante esta declaración porque ayuda en el proceso de transformación personal y en la creación de quienes somos.


4.    La declaración de “GRATITUD”: Es la oportunidad en agradecer por todo lo que tenemos en nuestras vidas y el reconocimiento a los demás por lo que hacen por nosotros y lo que significan en nuestras vidas. El “DAR LAS GRACIAS” a alguien ante un compromiso con nosotros construye nuestra relación con dicha persona a través del aprecio, del reconocimiento y del respeto. Por el contrario, el “NO AGRADECER” puede generar resentimiento en otras personas, ya que estas quizás se esmeraron en hacer las cosas bien y no recibieron “ni las gracias”, rompiendo cualquier vínculo futuro. Adicionalmente, darle “gracias a la vida” es un acto de reconciliación con nosotros mismos ahora, en el pasado y en el futuro.


5.    La declaración del “PERDÓN”: Cuando no cumplimos con nuestros compromisos o cuando nuestras acciones hicieran daño a terceras personas, así sea de manera no intencional, debemos asumir la responsabilidad por ello y la forma como se expresa es diciendo “PERDÓN”. 


     Respecto al perdón existen tres situaciones en las cuales se aplica; la primera, normalmente se expresa en forma de petición diciendo “TE PIDO PERDÓN” o “TE PIDO DISCULPAS”, esperando ante ello de la otra persona la declaración  “TE PERDONO” o “TE DISCULPO”. Es pertinente precisar, que cuando se asume la responsabilidad, esta no puede depender también de quien fuera afectado, en el sentido de esperar la respuesta del otro; por tanto, el perdón del afectado no puede condicionar ni eximir nuestra responsabilidad. Es importante entonces, pedir perdón (aunque el otro no nos perdonara), ya que tiene una importancia mayor y el mundo que se construye a partir de ello es distinto. 

  

     La segunda situación está asociada al TE PERDONO, LOS PERDONO o simplemente PERDONO. Perdonar es un acto declarativo de liberación personal, al perdonar rompemos la cadena que nos ata a quien funge de victimario y que nos mantiene como víctimas. Ya que nosotros somos responsables de nuestro bienestar, al perdonar ponemos fin a un proceso abierto. Asociado el perdón está el olvido, sin embargo, olvidar o no, es algo que no se puede resolver por medio de una declaración. 


    La tercera situación está relacionada a perdonarse asimismo, en este caso se asumen los papeles de víctima y victimario. El perdón asimismo tiene el mismo efecto liberador y hacerlo es una manifestación de amor propio, interno y a la propia vida.


6.    La declaración de “AMOR”: Esta se da a nivel de un vínculo particular, un tipo de relación que tienen dos personas y que también es aplicable al hablar de amor a mí mismo en la relación que mantenemos con nosotros al interior de nosotros mismos. El declarar “TE AMO” o “TE QUIERO” participa en la construcción de mi relación con el otro y forma parte de la creación de un mundo compartido. Esto es importante en los diferentes vínculos de afecto que tenemos en la relación de pareja, con nuestros hijos, con nuestros padres, con nuestros amigos etc. En esa línea de acción debemos elegir no herir a nadie ya que cuando estamos enojados, herimos a través de las palabras o gestos y ya sabemos que nuestras palabras impactan en otros.

 

Por otro lado, en adición a los actos lingüísticos descritos anteriormente debemos de considerar a la promesa, la cual es diferente de la afirmación o de la declaración. Cuando alguien hace alguna promesa, se compromete ante otra persona en realizar algo a futuro. La promesa tiene dos procesos diferentes: hacer la promesa y cumplir la promesa. Por tanto, si se promete a alguien, esa persona confía en ello y espera que se cumpla la misma, generando compromiso. Las promesas tienen cuatro elementos: 


·       quien hace la promesa (orador) 

·       quien acepta la promesa (oyente) 

·       la acción a llevarse a cabo y 

·       el tiempo para cumplirla 

 

Asimismo, se necesita el consentimiento entre el orador y el oyente y esto se puede dar a través de dos acciones: peticiones y ofertas; siendo ambas opciones de apertura para concretar una promesa. Cuando el proceso de hacer un promesa se inicia con una petición, de ser ésta aceptada, será ejecutada por el oyente para satisfacer una inquietud del orador. 


Sin embargo, cuando este mismo proceso se inicia con una oferta, de ser ésta aceptada, compromete al orador y se hace cargo de una eventual inquietud del oyente. Una promesa debe de encontrarse enmarcada adicionalmente en sinceridad y competencia: sinceridad de cumplir con la palabra y competencia de encontrarse en condiciones de ejecutarla. Si fallan alguno de estos dos factores, entonces la confianza se ve afectada.

 

En resumen, cuando se hace una afirmación esta debe ser veraz, cuando se hace una declaración esta debe ser válida, cuando se hace una promesa, petición u oferta, se debe ser sincero teniendo la competencia para cumplir con todas las condiciones acordadas. 

 

Jorge Padilla 

 

Lima, 27 de agosto de 2021

 

*tomado del libro “Ontologia del lenguaje” de Rafael Echeverría 

 

Comentarios

  1. A mi juicio la declaración de ignorancia es la que abre más oportunidades. Mueve al aprendizaje.
    La del perdón, libera mucho más al que la emite que al que es perdonado.

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  2. Excelente post, el lenguaje como elemento que transforma la realidad y a nosotros mismos.

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