Conversaciones
Este es un tema que me apasiona, llevar a cabo conversaciones nos da la oportunidad de poder establecer puentes de relación con las personas. Una conversación como tal, es mucho más que intercambiar información, es expresar ideas, elevar peticiones, abrir sentimientos, exponer reclamos, pedir perdón o solo ser escuchado. Al darse una conversación, las emociones fluyen, abrimos nuestro mundo interno y se pueden obtener muchos resultados positivos.
Mas allá del modelo tradicional
que considera un emisor, un receptor y un mensaje, la conversación tiene una
mayor amplitud en cuanto a su significado y relevancia.
En los tiempos que vivimos, la importancia de sostener conversaciones cobra vital distinción, ya que, a través de estas, como las vividas producto de la pandemia, originaron nuevas formas de comunicación bajo el empleo de diferentes medios, principalmente las redes sociales y los programas de video llamada, con lo cual las conversaciones han ido más allá de las tradicionales “cara a cara”, sino que se han expandido en otras formas, siendo estas incluso simplificadas, únicamente a través del intercambio de textos cortos o de figuras llamadas emoticones.
Estas nuevas modalidades que si
bien es cierto, ayudan en que las conversaciones fluyan en determinado
contexto, no terminan siendo lo suficientemente personalizadas, sumado esto, al
aislamiento de las personas por motivos de salud, por nuevas formas de trabajo
desde casa, entre otros, origina que la interpretación de una conversación de
este tipo sea muy “light”, dejando espacios para la incertidumbre o errada interpretación;
contrariamente a aquellas que implican mirar a los ojos, observar posturas, contemplar
reacciones corporales, así como sentir cambios en la tonalidad de la voz.
Nosotros como personas,
necesitamos comunicarnos permanentemente y es a través de las conversaciones en
los diferentes tipos de organizaciones: familia, amigos, trabajo, etc., en
donde llegamos a establecer vínculos de confianza, cerramos acuerdos, finalizamos
temas pendientes, aclaramos situaciones o comportamientos, compartimos
preocupaciones o establecemos enlaces para una determinada relación.
Es muy importante por ello, cuando
nos toque establecer una conversación, llegar siempre con apertura y con afinidad
y encontrarnos en total disposición de la otra persona para poder realmente
“escucharla” y obtener el impacto deseado. Cuando esto no ocurre, porque estamos
más atentos al entorno o solo esperamos que la conversación termine, el valor
agregado de nuestra parte para quien quería conversar será nulo y viceversa
cuando somos nosotros los que llevamos un tema de conversación y no nos prestan
la atención debida. Asimismo, la emoción con que se llegue y se expresen las
ideas podrá generar confianza o desconfianza, lo cual es directamente
proporcional a censar al otro como un amigo o un enemigo o competencia.
Sin embargo, hay que tener en
cuenta, que para muchos de nosotros en determinadas circunstancias conversar es
difícil, sobre todo, temas relacionados a nuestra propia esencia o ser, o abrirnos
a exponer temas muy íntimos, porque traemos nuestros modelos mentales,
creencias o sesgos que nos impiden abrir una puerta a la legitima imagen que somos.
Es por ello, que en este nivel de conversaciones si queremos encontrar una
buena apertura, el ambiente ideal tiene que darse bajo un paraguas de empatía,
con lo cual las personas estaremos mucho más cómodas. Partiendo siempre, que la
conversación más importante es con uno mismo, al interno, ya que será el punto
de inicio para entablar conversaciones con terceras personas.
Pero en la realidad, lo que pasa
es que generalmente las personas no conversan de los temas realmente
importantes y esa situación nos lleva a ser testigos en los diferentes espacios,
de la falta de comunicación, las malas decisiones producto de inferencias
erróneas, resentimientos, conjeturas, entrampamientos, descoordinaciones y
generación de diversos problemas o dificultades. Así pues, ocurre que existen
conversaciones que son inconversables por la temática, por el fondo, por el
trasfondo, por las implicancias, por las expresiones que se puedan dar o por las
reacciones de la otra persona; entonces, hay conversiones que se archivan, que
pasan al baúl de siete llaves o que se van al lugar más oculto en nuestro ser y
que posiblemente pasen el resto de sus días así.
Mas aún, que, a lo largo de
nuestras vidas, se van presentando situaciones previstas e imprevistas, las
cuales traen como resultado que se originen conversaciones pendientes con
alguna persona, ya sea para cerrar un capítulo como en un libro o para aclarar
alguna situación y despejar la incertidumbre de acciones, que se hicieron o se
dejaron de hacer y que nos crearon expectativa o que creamos expectativa en
otros. Dentro de estas conversaciones pendientes se encuentran las referidas al
nivel familiar y en otros frentes.
Está demostrado que el mantener
esas conversaciones pendientes, nos amarran a ciertas emociones por el solo
hecho de lo que no hemos dicho, explicado o solo escuchado y, por tanto, una
vez que estas conversaciones se llevan a cabo, el efecto generado es liberarnos
de un gran peso de encima, aceptando la realidad tal cual.
Las conversaciones dejarán de ser
efectivas si se hacen frente a un ataúd o a un nicho, en donde ya será muy
tarde y menos habrá feedback.
Las conversaciones sinceras,
francas y con total apertura, coordinan acciones para generar un futuro nuevo, un
tiempo mejor, con nuevas visiones, con objetivos claros para ejecutar o
cerrando brechas para seguir creciendo.
A propósito, hoy 28 de febrero,
mi abuelo Moisés cumpliría un año más de vida (en realidad nació el 29) y con
quien tuve muchas y sabias conversaciones, aquellas que siempre las guardo en
mi corazón por la calidad de estas y por los mensajes que con el paso de los
años fuimos intercambiando, las cuales son enseñanzas de vida y por las que
siempre estaré agradecido.
En conclusión, las conversaciones
son importantes en nuestras vidas porque nos ayudan a liberar emociones que no
suman, nos ayudan a sanar nuestro ser, nos abren espacios de aprendizaje,
visualizamos nuevas oportunidades, podemos ayudar a las personas en salir de
su laberinto o ser un salvavidas en el momento adecuado. En líneas generales las conversaciones son una buena medicina que
contribuye a la paz interior, tranquilidad y esperanza.
Jorge Padilla
Lima, 28 de febrero del 2022
Diario de bitácora, artículo nro.
32: Diario de Bitácora
(coquipadilla.blogspot.com)
Me gusto mucho el tema! Felicitaciones Jorge
ResponderEliminarmuchas gracias!
Eliminarmuchas gracias!
EliminarExcelente el tema.. Es muy cierto es bueno dialogar, conversar. Por ejemplo todos tenemos problemas de diferentes índoles. Y eso hay muchas personas que se guardan en su interior dichos problemas cargan con ese peso, y eso es malo porque nos hacemos daño emocionalmente. Pero si conversamos con alguien y lo comentamos nuestros problemas liberamos esa preocupación o problema que nos aqueja y se siente una paz. Señor gracia por escribir un tema muy importante. Le envío un fuerte abrazo ala distancia. Y que siga los éxitos..
ResponderEliminarmuchas gracias Robert por tus palabras, es cierto, entablar conversaciones nos llevan a poder abrir oportunidades y generar un futuro nuevo y diferente!
EliminarMuy buen comentario terminos muy generales de nuestra realidad hoy en dia .
EliminarLa comunicacion es super importante presencial y virtual alumenta el espiritu a la persona.
completamente de acuerdo!
EliminarEstimado Jorge, excelente artículo, la comunicación es muy importante, asimismo, como lo manifiestas en temas personales e íntimas debe existir empatía entre las personas, a fin de que la comunicación sea el canal de una excelente relación.
ResponderEliminarUn afectuoso abrazo
muchas gracias!
EliminarExcelente artículo Coqui. Debemos propiciar espacios de conversación y no limitarnos a la comunicacion virtual que no llega a transmitir todo lo bueno de una conversación cara a cara y a viva voz.
ResponderEliminarUn abrazo
muchas gracias Su por tus palabras y siempre debemos de propiciar espacios para tener conversaciones que generen un futuro nuevo.
EliminarSeñor muy agradecida por su información, en realidad alimenta el alma y nos motiva a nosotros mismos, nosotros los adultos sabemos manejar las situaciones, como las que pasamos actualmente, pero todo tiene un pro y contra, en la actualidad el tiempo es oro y muchas veces los encuentros presenciales son perdida de tiempo te hacen esperar o el tráfico muchas veces, es mi punto de vista. Pero es importante las reñaciones sociale y regular nuestro Estado de ánimo. Me encantan sus comentarios. Abrazos.
ResponderEliminarmuchas gracias Gladys por tus comentarios, y el tiempo se vuelve a veces excusa para no poder tener una buena conversacion.
EliminarExcelente tema , Sr. El comunicarnos plantear temas que no lo tratamos en su debido momento con amigos, compañeros en fin en muchos casos , que nos ayuden a ser mejores y compartir con los demás en forma física o en forma virtual, el fin es la comunicación con tu entorno en general. Gracias Sr. Por compartir este importante tema. Un fuerte abrazo Sr.
ResponderEliminarmuchas gracias Tagnner y las conversaciones nos pueden ayudar a cambiar nosotros mismos y también a otras personas.
EliminarSeñor excelente tema lo felicito, definitivamente la pantalla llego con la pandemia para quedarse en nuestras vidas. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Percy!
EliminarMuy bien escrito estimado coqui. Algunas veces no se ha tenido tiempo suficiente para conversar con los hijos, pero es gratificante poder hacerlo con los nietos,abre todo un camino de confianza,cariño,comprension,conocimientos mutuos, etc.
ResponderEliminarNo perdamos esta bella costumbre de conversar con nuestros seres queridos y amigos. Es enriquecedor.un abrazo.
Si Otti, ese tipo de conversaciones trascienden.
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